La procesión de la Cofradía de la Sentencia, que desfiló el Viernes Santo desde el MARQ hasta el Ayuntamiento, contó con Sonia Castedo como capataz además de otros concejales del Ayuntamiento de Alicante como Asunción Sánchez Zaplana, José Antonio Sobrino, Laura Chorro, Mari Carmen Román y Andrés Llorens.
Según el diario Las Provincias "Los cofrades y costaleros sudaron y mucho". Se ve que el pateo y el calorcito no son costumbres de nuestros ediles encargados del Ayuntamiento. Ya otros años Sonia Castedo actuó como capataz en estos desfiles de sacrificio físico y vial, pues la pequeña ciudad de Alicante se muestra patas arriba para el transporte tanto privado como público tras el paso del señor salvador.
Poca verguenza la de nuestra excelentísima alcaldesa y su séquito para andar mostrando su conformidad con la ignorancia popular que cada año se arrastra por la ciudad y que siempre recibe la lluvia que el señor ofrece desde los cielos. Esta vez el señor les ayudó y esperó a la tarde para que en la ciudad cayera "la de Dios".
El diario Las Provincias asegura: "Estos desfiles, que hace unos años, hizo temer a muchos cofrades que podrían desaparecer, con el alejamiento de las nuevas generaciones de las tradiciones religiosas, tienen mucho futuro"
Este futuro es confirmado por la "amplia representación de jóvenes" y "el respaldo que tienen de los concejales que ayer trabajaron y duro para mantener el paso erguido y bien erguido"
Malditos cabrones. ¿Cuándo dejaremos de lado tanta tradición estúpida que sólo alimenta la ignorancia y la debilidad de las personas ante la gracia de dios? Todos los años se celebran sacrificios a Jesús, a la Virgen y hasta al Cristo de la buena muerte, ¿Existe la buena muerte? ¿Es esa la muerte de SIDA en África por falta de preservativi?
Los desfiles procesionales son parte de la tradición y cultura popular y no han de eliminarse sólo por lo que representan. Pero la grandeza que se da a estas fiestas es, en mi opinión, demasiada, tanto por parte del Ayuntamiento como de toda esa masa que se apiña en las calles más importantes de la ciudad y provocan cortes de calles, colapso en las calles alternativas, y empeoran la poca calidad que nos queda del transporte público alicantino.
Espero que ese "alejamiento de las nuevas generaciones de las tradiciones religiosas" que anuncia el diario sea rápido y eficaz y que el apoyo de los políticos a esta tradición se reduzca a mierda y a cenizas.
