1/30/2009
Tarde de brujos
Tardes cualquiera, entre humo y cervezas. Anhelos de risas y placeres se disparan y crecen: Crecen conforme vamos descubriendo el mundo, mientras la juventud se agota.
Un trago que sabe a gloria y dos caladas más que suman dos puntos de profundidad a la conversación, siendo ésta el carro que nos conducirá a la gran carcajada.
El tiempo que va pasando se manifiesta en colillas que se amontonan en su depósito y botes de vidrio cada vez más vacíos. Y nosostros, como Brujos, manipulamos el tiempo con nuestro instrumento mágico y humeante que va perdiendo poder, para dárnoslo graciosamente a nosotros, hasta que finalmente...el poder es nuestro.
1/14/2009
PRÁCTICA 3: FOTOCOMUNICACIÓN
Haz un recorrido por un barrio de tu pueblo y ciudad; mediante una foto captada en ese barrio y un texto de entre 30 y 130 palabras, explica cada uno de los siguientes términos:
-Vacío.
-Desaceleración.
-Encomiable.
VACÍO
Más de dos mil personas, seis días y millones de llantos se acumularon en el campo de los almendros en Marzo de 1939. Republicanos capturados en el puerto de Alicante por las tropas fascistas fueron trasladados aquí provisionalmente para ser transportados luego hasta el campo de concentración de Albatera, donde serían fusilados.
En la actualidad el campo de los almendros destaca por su vacío de recuerdos o conmemoraciones. Sin embargo, en los alrededores podemos encontrar un centro comercial, un colegio privado (católico) y una empresa de construcción inmobiliaria. Toda una ofrenda a los que allí murieron.
El vacío de este campo refleja el vacío de memoria histórica que, a pesar de las reivindicaciones de los ciudadanos, mantiene el Excelentísimo Ayuntamiento de Alicante.
ENCOMIABLE
A favor de la cooperación al desarrollo, manifestamos:
.Que nos resulta indignante e insultante que la pobreza siga vigente en una sociedad del siglo XXI.
.Que, a pesar de esto, el consumo material y medioambiental es alarmante y ha de reducirse.
.Que ofrecer algo no implica transformarlo en una mercancía para obtener beneficios.
.Que eres libre de depositar aquí todo tipo de ropa y calzado que no utilices, y así otros podrán disfrutar de ello.
DESACELERACIÓN
La economía de mercado ha alcanzado tal velocidad que se ha visto forzada a pegar un frenazo. En plena desaceleración, para evitar una fuerte colisión, debe decidir bien por seguir por el mismo camino o bien por obedecer la señal que le indica girar hacia la izquierda.
1/03/2009
Pérez Reverte - Los amos del Mundo (1998)
LOS AMOS DEL MUNDO
Artículo de Arturo Pérez-Reverte, publicado en 'El Semanal' el 15 de noviembre de 1998, y que ahora, diez años después, parece una visión de Nostradamus. Por su interés, lo reproducimos aquí.
USTED no lo sabe, pero depende de ellos. Usted no los conoce ni se los cruzará en su vida, pero esos hijos de la gran puta tienen en las manos, en la agenda electrónica, en la tecla intro del computador, su futuro y el de sus hijos.
Usted no sabe qué cara tienen, pero son ellos quienes lo van a mandar al paro en nombre de un tres punto siete, o un índice de probabilidad del cero coma cero cuatro.
Usted no tiene nada que ver con esos fulanos porque es empleado de una ferretería o cajera de Pryca, y ellos estudiaron en Harvard e hicieron un máster en Tokio, o al revés, van por las mañanas a la Bolsa de Madrid o a la de Wall Street, y dicen en inglés cosas como long-term capital management, y hablan de fondos de alto riesgo, de acuerdos multilaterales de inversión y de neoliberalismo económico salvaje, como quien comenta el partido del domingo.
Usted no los conoce ni en pintura, pero esos conductores suicidas que circulan a doscientos por hora en un furgón cargado de dinero van a atropellarlo el día menos pensado, y ni siquiera le quedará el consuelo de ir en la silla de ruedas con una recortada a volarles los huevos, porque no tienen rostro público, pese a ser reputados analistas, tiburones de las finanzas, prestigiosos expertos en el dinero de otros. Tan expertos que siempre terminan por hacerlo suyo. Porque siempre ganan ellos, cuando ganan; y nunca pierden ellos, cuando pierden.
No crean riqueza, sino que especulan. Lanzan al mundo combinaciones fastuosas de economía financiera que nada tienen que ver con la economía productiva. Alzan castillos de naipes y los garantizan con espejismos y con humo, y los poderosos de la Tierra pierden el culo por darles coba y subirse al carro.
Esto no puede fallar, dicen. Aquí nadie va a perder. El riesgo es mínimo. Los avalan premios Nóbel de Economía, periodistas financieros de prestigio, grupos internacionales con siglas de reconocida solvencia.
Y entonces el presidente del banco transeuropeo tal, y el presidente de la unión de bancos helvéticos, y el capitoste del banco latinoamericano, y el consorcio euroasiático, y la madre que los parió a todos, se embarcan con alegría en la aventura, meten viruta por un tubo, y luego se sientan a esperar ese pelotazo que los va a forrar aún más a todos ellos y a sus representados.
Y en cuanto sale bien la primera operación ya están arriesgando más en la segunda, que el chollo es el chollo, e intereses de un tropecientos por ciento no se encuentran todos los días. Y aunque ese espejismo especulador nada tiene que ver con la economía real, con la vida de cada día de la gente en la calle, todo es euforia, y palmaditas en la espalda, y hasta entidades bancarias oficiales comprometen sus reservas de divisas. Y esto, señores, es Jauja.
Y de pronto resulta que no. De pronto resulta que el invento tenía sus fallos, y que lo de alto riesgo no era una frase sino exactamente eso: alto riesgo de verdad.
Y entonces todo el tinglado se va a tomar por el saco. Y esos fondos especiales, peligrosos, que cada vez tienen más peso en la economía mundial, muestran su lado negro. Y entonces, ¡oh, prodigio!, mientras que los beneficios eran para los tiburones que controlaban el cotarro y para los que especulaban con dinero de otros, resulta que las pérdidas, no.
Las pérdidas, el mordisco financiero, el pago de los errores de esos pijolandios que juegan con la economía internacional como si jugaran al Monopoly, recaen directamente sobre las espaldas de todos nosotros.
Entonces resulta que mientras el beneficio era privado, los errores son colectivos, y las pérdidas hay que socializarlas, acudiendo con medidas de emergencia y con fondos de salvación para evitar efectos dominó y chichis de la Bernarda. Y esa solidaridad, imprescindible para salvar la estabilidad mundial, la paga con su pellejo, con sus ahorros, y a veces con su puesto de trabajo, Mariano Pérez Sánchez, de profesión empleado de comercio, y los millones de infelices Marianos que a lo largo y ancho del mundo se levantan cada día a las seis de la mañana para ganarse la vida.
Eso es lo que viene, me temo. Nadie perdonará un duro de la deuda externa de países pobres, pero nunca faltarán fondos para tapar agujeros de especuladores y canallas que juegan a la ruleta rusa en cabeza ajena.
Así que podemos ir amarrándonos los machos. Ése es el panorama que los amos de la economía mundial nos deparan, con el cuento de tanto neoliberalismo económico y tanta mierda, de tanta especulación y de tanta poca vergüenza.